No eres mío, eso lo tengo claro, tampoco quiero que lo seas...solo quiero que seas tuyo...cuando puedas por fin saberte propio...hasta ese entonces creo que estaré a tu lado, como tu oscuridad, como tu luz, como el silencio y la penumbra de lo que no existe pero está incondicional , como tu quieras que yo este, aunque pretendas que no esté...
No acometo que seas nada...pero anhelo que seas lo que eres, lo que quieres, lo que sueñas y aún no te enteras...eso que apenas recién comienzas a creer, a forjar, a concebir y a imaginar. Para mi no estás en una tribuna, y espero que yo tampoco lo este nunca para ti...porque yo estoy a tu lado y tu al mío...dormimos abrazados y lloramos juntos, eso lo sabes...porque eso es presente.
En una ocasión me preguntaron; "¿Para qué?"......y pensé...y pensé, sin acabar en nada. Simplemente era que en ese entonces esa pregunta...o más bien esa posible respuesta no pretendía ningún sentido; ni principio, ni fin...escuetamente ni siquiera existía. Ahora existe, ahora existes, tu indujiste su nacimiento y su esencia, pues en este momento es tan claro y desnudo lo que bajo tinieblas se cubría, y se hace relucir a cada instante...naturalmente, para que seas.
Para que seas...no como quiero que seas...no como pretendo, porque no pretendo nada...más que lo que tú forjes a mi lado, para que seas...no como quieren que seas, porque creeme!, ellos sí quieren que seas, pero no te preocupes!...cada vez que quieran que seas de algún modo, podrás despejar...podrás informarte...podrás comparar...podrás decidir y actuar como tu entendimiento estime sea lo concordado. Y yo seguiré siendo tu aliento y tu apoyo...en lo que concluyas.
Y de todas maneras cuando por fin te sepas propio...no serás solo, nunca. Porque en ese entonces sabrás que fuimos que somos y seguiremos siendo aquello que nacimos y alimentamos por todos los momentos pasados y los que vendrán.